sábado, 9 de abril de 2011

Preocupa a ecologista que se deje construir en El Chuperio

COYUCA DE CATALÁN, GRO. Luego de leer una nota publicada en este rotativo, en donde se advierte que la mancha urbana de Ciudad Altamirano está creciendo en las faldas del cerro El Chuperio, el activista de la organización ecologista Greenpeace, Francisco Díaz Serrarás, dijo que reafirma su propuesta de que en Guerrero sea creada la Procuraduría Ambiental.
Agregó que tiene preocupación al conocer la postura del director de Obras Públicas de Pungarabato, Ángel Alfredo Robles Montero, quien dijo que el Ayuntamiento no está facultado para impedir la expedición de permisos de construcción en El Chuperio.
Señaló que dicha postura es lamentable porque exhibe a las autoridades de ser incompetentes para frenar la anarquía urbana y peor aún, no tener el Plano Regulador de la Ciudad, en el cual se marca las áreas para el crecimiento urbano, comercial, industrial y de servicios.
Dijo que al margen de que el cerro tenga dueños, es considerado el símbolo de Ciudad Altamirano, y que las autoridades municipales son las principales responsables de evitar que se instalen viviendas, “porque al rato será materialmente imposible llevarles los servicios”.
Señaló que de igual manera, si empresas y paraestatales como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no dieran el servicio a esos asentamientos irregulares y si a ello se le sumara que el municipio no proporcionara los propios, seguramente los que se han encargado de comercializar con los terrenos, los posibles compradores lo pensarían dos veces antes de irse a vivir a esa zona.
Por otra parte, Díaz Serrarás dijo que el Comité Pro Rescate del Cerro Chuperio ha hecho un sinfín de actos para lograr que dicho espacio sea declarado reserva ecológica o patrimonio de la ciudad, pero ni el Congreso local y mucho menos las autoridades locales han logrado impedir su paulatina destrucción.
Urge una Procuraduría Ambiental
Por todo lo anterior, dijo considerar que es urgente que en la entidad se constituya la Procuraduría Ambiental, la cual se encargaría, en este caso, de sancionar a las autoridades municipales por no cumplir con las normas que permitan evitar las construcciones anárquicas como la denunciada, en donde un grupo de vivales al amparo de decirse ejidatarios se apropiaron de unos terrenos que están en la falda de El Chuperio.
Por último, precisó que esa no sería su única tarea, porque en la entidad y en la región misma hay un sinfín de acciones depredadoras que están atentando contra el medio ambiente, lo que sin duda urge que sea reglamentado.
Fuente: http://www.despertardelsur.com/


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