domingo, 20 de marzo de 2011

Aumenta fenómeno del bullying en Tierra Caliente

COYUCA DE CATALÁN, GRO. El llamado Bullying (acoso escolar), es una palabra proveniente de los Estados Unidos, pero en realidad se trata de una práctica que se realiza en muchas escuelas del país y de la región misma, coincidieron en señalar tanto Francisco Díaz Serrarás como Álvaro Vázquez Carvajal.
El primero de ellos es profesor y adscrito a uno de los programas de la Subcoordinación de los Servicios Educativos Regionales, quien destacó acerca de dicha práctica que el sistema educativo nacional no hay quien le dé seguimiento a ese tipo de problemas.
En ese sentido, dijo que ni los profesores, directores e incluso los supervisores están capacitados para dar ese seguimiento que se requiere y que a diferencia de los Estados Unidos, en donde estuvo algunos años, ahí sí hay quienes atienden ese tipo de problemas.
Destacó que si una niña o niño tiene comportamientos violentos, de inmediato se le investiga para ver si al seno de la familia no se dan ese tipo de prácticas y de corroborarse, de inmediato son llevados a la Corte o a las instancias correspondientes para atacar el problema de raíz en tiempo y forma.
Señaló que hay muchas maneras de que un escolar sea agredido, ya no se diga físicamente sino de manera verbal y eso se ve en los niños que tienen alguna desviación sexual, en donde la mayoría de sus compañeros los acosan y se burlan de ellos y ello se debe al comportamiento del entorno social, en donde no se respeta la diversidad.
Hay quienes por otra parte, sobre todo en las escuelas secundarias, en donde suben a Internet las riñas entre las mujeres o de los hombres y si las autoridades educativas lo saben, no hacen nada por remediar o prevenir esas prácticas o lo mismo sucedió con una profesora del Internado No. 20, quien agredió a un alumno y nada se le hizo.
Aclaró que en las escuelas no hay quien le dé seguimiento a ese tipo de prácticas porque no hay quien lo sancione y que por lo tanto hay que proporcionar información, buena y mala, para que los niños y los jóvenes tengan un panorama que les permita desterrar esa práctica en las escuelas.
¿Qué es el bullying?
Es un fenómeno que ha empezado a estudiar como respuesta a la creciente violencia escolar, específicamente el maltrato e intimidación que se manifiesta cotidianamente entre niños, niñas y adolescentes. Tal comportamiento violento se da con la intención de dañar a otras personas; es persistente y repetitivo ya que puede durar semanas, meses e incluso años.
El bullying se caracteriza porque quien lo ejerce, ostenta un abuso de poder (desequilibrio de fuerzas) y un deseo de intimidar y dominar a otras personas. El bullying se da entre pares y sucede entre una o varias personas, dejando a la persona que recibe el maltrato en una total indefensión.
La persona que intimida causa en ésta última un daño físico y psicológico, que se manifiesta con un descenso en la autoestima, estados de ansiedad e incluso depresión, dificultando su integración en el medio escolar y el desarrollo normal del aprendizaje.
Una vez la persona que ejerce el maltrato aprende que por medio de la violencia puede llegar a lograr sus metas, tomando decisiones impulsivas.
Fenómeno complejo
Para Álvaro Vázquez Carvajal, quien es el responsable de los Consejos Escolares de Participación Social (CEPS), dijo que tal fenómeno se manifiesta de varias formas, al darse el hostigamiento, la coacción, las amenazas, las agresiones físicas, intimidación, manipulación y otras expresiones más.
Aunque dijo que hay programas para ello, en realidad dicho fenómeno es muy complejo porque en el mismo participan los propios patrones de conducta social y el entorno familiar, en donde dicho sea de paso decirlo, los niños reciben la educación de sus propios padres y de lo que observan en la sociedad.
Recalcó que a nivel de preescolar, el bullying no es frecuente y ello se debe a que son niños que todavía no tienen arraigado el comportamiento social y familiar, pero ya en las escuelas primarias y secundarias es donde las variadas prácticas de agresiones se dan entre los propios alumnos, aunque también por parte de los profesores.
Es por ello que sugiere que desde el seno familiar se les debe inculcar a los niños y a los jóvenes, se comporten como buenos ciudadanos, para que al llegar a la escuela los vean como espacios de superación y de convivencia.
Reconoció que no es una tarea fácil por la pérdida de los valores, pero sin duda los profesores y los propios directores tienen que poner su parte para evitar con medidas preventivas las agresiones en los centros escolares.
Fuente:
http://www.despertardelsur.com/


Más publicaciones en:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario